Coenzyme Q10


 

La Coenzima Q10 desempeña, al menos, dos funciones importantes en el cuerpo. Primero, es uno de los engranajes esenciales de la maquinaria bioquímica que produce energía biológica (ATP) dentro de las células. En segundo lugar, la CoQ10 es un antioxidante. Ayuda a neutralizar radicales libres nocivos, que son uno de los causantes del envejecimiento. En condiciones perfectas, el cuerpo puede producir la cantidad de CoQ10 que necesita. Sin embargo, varios factores, como el envejecimiento, estrés y algunos medicamentos, pueden disminuir los niveles de CoQ10 presentes en el cuerpo. Como consecuencia, la capacidad de las células para soportar el estrés y regenerar disminuye. Desafortunadamente, los niveles de CoQ10 en el cuerpo disminuyen casi inevitablemente con la edad. De hecho, la CoQ10 se considera uno de los biomarcadores más precisos del envejecimiento dado que su disminución se corresponde en gran medida con el proceso de envejecimiento. En algunos estudios, roedores tratados con CoQ10 complementaria vivieron hasta un 30% más de tiempo que los que no recibieron este tratamiento.

En la mayoría de las personas mayores de 30 años, los niveles de CoQ10 en la piel están por debajo del punto óptimo, disminuyendo la capacidad para producir colágeno, elastina y otras moléculas importantes de la piel. Además, la piel con poca CoQ10 puede ser más propensa al daño ocasionado por los radicales libres, que son particularmente abundantes en la piel dado a que está expuesta a los elementos. De este modo, la CoQ10 puede estimular la reparación y regeneración de la piel, y reducir el daño de los radicales libres. Asimismo, la CoQ10 es una pequeña molécula que puede penetrar las células cutáneas de manera relativamente fácil.